¿Por qué invertir en formación? El ROI que no ven muchas empresas

Muchas empresas no ven argumentos positivos cuando se preguntan por qué invertir en formación. Se resisten a formar a sus trabajadores porque lo ven únicamente como un gasto. 

En realidad, no hay mejor forma de mejorar una empresa que planificando formación personalizada y de calidad. Una empresa tiene que invertir para generar retorno, es básico, y la formación entra en este saco. Además, el gasto se puede reducir. Os lo explicamos.

Los beneficios de la formación para las empresas

Una empresa que valora el desarrollo de su equipo es una empresa que valora su propio crecimiento. Si quienes están dentro del barco no mejoran, el barco no mejora, es un hecho. Lo vemos.

1.      El talento y la formación

Según el informe anual de LinkedIn Learning, la gran mayoría de los trabajadores permanecería más tiempo en un trabajo si se prima su desarrollo. En un entorno donde la rotación de talento es un dolor de cabeza para las empresas, apostar por formar a la plantilla implica prevenir la fuga de los mejores cerebros.

Pero es que, aunque tengamos fuga de talento, la formación también es nuestra aliada. Uno de los factores de decisión de cara a solicitar un empleo es la posibilidad de crecer en él. Y crecer ya no solo significa escalar en la jerarquía.

En la sociedad líquida actual, en la que pocos confían en que su trabajo vaya a ser para toda la vida, crecer implica obtener competencias. Ofrecer un plan de formación serio previo a la contratación puede ser un atractivo para el talento. Y un retenedor una vez dentro.

2.      La productividad

Aprender es productivo. Asimilar nuevos procesos hace que trabajemos de manera más rápida y eficaz. Solo por poner un ejemplo, cualquier curso de comunicación interna mejorará la productividad dentro de una organización.

Vamos con un par de ejemplos. Si tenemos claro que los emails informativos o de organización no se contestan, sino que se envían con acuse de recibo, o que para X cuestión tenemos que dirigirnos a X persona, optimizaremos el tiempo.

La persona que envía el mail informativo no perderá el tiempo abriendo mails respuesta con un “gracias” o un “ok” (y solo recibirá aquellos con información diferente). Igualmente, si tenemos claro quién se encarga de qué cuestiones, ahorraremos las redirecciones (“para esto has de hablar con X”), optimizando también, y no distrayendo de las tareas que corresponden a cada uno.

Y así con todo: saber manejar el CRM o Excel, aprender un idioma que se usa con clientes… Todo tiene retorno si sabemos elegir bien.

3.      Reducir el gasto en servicios externos al invertir en formación

Las empresas tienen silos de formación, sobre todo las pequeñas. Hay asuntos que no puede hacer cualquiera, y tenemos que subcontratar a otras personas para que los lleven a cabo.

Muchas empresas, por ejemplo, tienen subcontratada la gestión de la web, de las redes sociales o de los anuncios en Internet. Si poco a poco vamos obteniendo este conocimiento dentro de la empresa, iremos independizándonos de estos servicios, ahorrándonos el coste de la externalización, o de parte de ella.

Cuidado, eso sí, con lanzarnos a la aventura por haber hecho un curso de 20 horas. Los expertos son expertos por algo, y que tu plantilla tenga independencia llevará tiempo y esfuerzo.

Cómo ahorrar en la formación en tu empresa

No te vamos a mentir. En muchas ocasiones la formación no conlleva el beneficio que promete. Muchas empresas se lanzan a vender cursos demasiado generalistas, o con una base pedagógica de poca calidad. ¿El resultado? Gastas, pero no obtienes los resultados esperados. Frustrante…

Aun así, hay algunas formas de saber que invertimos lo necesario en formación.

1.      Invierte en formación personalizada, no masiva

A la hora de aprender, la personalización es altamente efectiva, lo dicen multitud de expertos. Tener en cuenta el contexto de cada estudiante, entender su realidad, sus motivaciones, sus formas de aprender… Llevarán a que el aprendizaje se dé mejor y más rápido.

¿La contradicción? Que, si miramos el precio por hora de formación efectiva, los cursos con más personalización suelen ser más caros. Claro que pagas por mayor efectividad, por lo que necesitarás menos horas para los mismos resultados… Lo barato sale caro finalmente. Un MOOC, por ejemplo, es gratis, pero es estándar y masivo, por lo que tendrás que dedicarle muchas más horas.

Y no es solo esto, es que las horas que no necesites las podrás utilizar en hacer otras cosas de provecho. Busca siempre empresas de formación que se preocupen por el briefing, por conocerte, a ti o a tu empresa, y que te ofrezcan itinerarios adaptados a tus necesidades.

2.      Haz formación en cascada

La formación en una empresa no acaba con una persona adquiriendo nuevos conocimientos. ¡Ahí empieza! Siempre que sea posible, trata de hacer que quien realiza un curso transmita sus conocimientos a los demás. A esto se le llama formación en cascada.

Obviamente, lo más seguro es que el aprendiz no sepa transmitir sus conocimientos como se los acaban de transmitir, pero sí que podrá trasladar gran parte de ellos. El resto del equipo se beneficiará, conociendo herramientas, procesos, etc. que les pueden ser útiles en su día a día, y teniendo claro que esta persona podrá ayudarlos en estos aspectos.

Además, no solo gana el resto del equipo. El estudiante que después explica lo que ha aprendido retendrá mejor los conceptos. ¡No lo decimos nosotros! La ciencia dice que la mejor forma de aprender es enseñar. Así que ya sabéis. Formación en cascada y todos ganan.

3.      Utiliza la formación bonificada de Fundae

Como muchos sabréis (y si no lo sabéis ya estáis corriendo a leer nuestro post sobre el tema), cada empresa tiene un crédito anual para formación de Fundae. Si no lo gastas, lo pierdes.

La mayoría de las empresas de formación tienen ya sus mecanismos para adaptar sus cursos a los requisitos de Fundae. Pero si das con una que no los tiene, contacta con una entidad organizadora de Fundae, te dirán cómo subvencionar el total o parte de ese curso que tanto os interesa.

Gastar dinero en formación es invertir en el futuro de tu empresa

Ya sea para retener o atraer talento, para mejorar vuestros resultados o para tener mayor control sobre vuestras actividades, la formación corporativa es beneficiosa. Invierte en formación, es invertir en futuro.

Ahora bien, si quieres que el ROI de lo que pagas por la formación sea el máximo posible, recuerda: cursos personalizados, formación en cascada y bonificación de Fundae. Con esta triada te asegurarás el mayor aprovechamiento de la inversión.

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